La peque decidió el viernes que hoy lunes no iba a ir al Colegio ya que tenía que ir disfrazada para Halloween. No logró entender que alguien encuentre divertido vestirse para asustar.
A ella le gusta vestirse unicamente de princesa. Ayer domingo salimos a ver que encontrabamos para el disfraz que le gustase. Entramos en un local que habían varios accesorios con motivos terroríficos y quedó horrorizada con unos pies cortados que había. Es un asco!!!!! No entiendo, decía sin salir de su asombro.
De la casa de disfraces salió llorando, nada le gustaba, ella quería vestirse de princesa, aceptaba a lo sumo de fantasma rosado, ya que así son las mamás fantasmas según ella (con 5 años) y obviamente no logramos encontrarlo.
Finalmente la convencimos, con el compromiso de llevar galletas de fantasmas y calabazas para una merienda y de que la iba a dejar ayudarme a pintarlas, compramos un disfraz de fantasma.
Acá está el resultado, luego de varias horas de cocina, ya que en la misma tarde tuvimos que preparar todo, las galletas, el glacé, la decoración.
Marchó hoy feliz a la escuela con sus galletas, el disfraz (sin la máscara) hecho una pelota en el fondo de la mochila, y un montón de collares de colores, Porque ella, iba a ser una mamá, así que si el disfraz era blanco con los collares se iban a dar cuenta que era una mamá y las mamás son buenas (razonaba sin resignarse a dejar en casa sus vestidos de princesa).
Los fantasmas salieron sonrientes, ya que no todos son malos, lo cual trajo como consecuencia que la mitad tuvieran que pintarse con cara de asombro, porque el hermano nos criticó bastante nuestra labor. Fue facil diferenciar que galleta decoró cada uno.
Feliz halloween para todos. Cariños
María.
